“Vivimos en una sociedad adolescente, El País de Nunca Jamás, donde nunca crecer parece más la norma que la excepción. Niños pequeños que llevan trajes caros y cuerpos adultos no se les debe permitir dirigir grandes corporaciones, … gobiernos, ejércitos, religiones, … y también son bastante malos como maridos y padres. La humanidad se ha convertido en Pan-idad.”